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Pat Lutz

Pat Lutz

De niño, la actividad favorita de Pat Lutz era explorar el bosque que rodeaba la cabaña de su familia en Pensilvania.  Aprendió en qué lugar crecían las plantas, los hábitos y los patrones de los animales y que no era buena idea recoger ciertas serpientes.

Se sintió atraído por la biología y la química y, después de la universidad, su curiosidad lo llevó hasta un laboratorio de desarrollo e investigación de Lonza.

Con la mentoría de Dan Dutton, Pat aprendió a lidiar con problemas acuciantes según las siguientes instrucciones:  “Solo averigua el problema”.

Pat ascendió rápidamente en la empresa al hacer pruebas con desinfectantes y sanitizantes.  Ideó nuevos enfoques para hacer pruebas antimicrobianas. Dutton observó su trabajo y dijo: “Creo que lo podemos patentar”.  Pat no tenía idea de cómo solicitar una patente, así que Dutton le dio su consejo habitual: “averígualo”.

Esa fue la primera patente de docenas, y muchas de ellas todavía forman parte de la línea de productos de Lonza.  Pat, que gozaba de cada vez más reconocimiento, viajó por el mundo para promover conservadores, dar presentaciones técnicas y publicar documentación técnica.

Finalmente, Lonza mudó su planta de investigación y desarrollo justo cuando Mason Chemical necesitaba un experto en microbiología interno.  Pat se incorporó a Mason con una función expandida: inventó y patentó conservadores nuevos y ayudó con las ventas desde una perspectiva técnica.  Organizó eventos de reconocimiento para clientes y asistió a ellos, junto con Walter Martish, III.  Disfrutaban mutuamente de su compañía y reconocían sus fortalezas que se complementaban.

Un día, en un carrito de golf, el padre de Walter le preguntó a Pat qué le gustaría hacer con su carrera profesional.  “Tal vez tener una empresa o parte de una empresa”, fue la respuesta de Pat.   Más tarde, mientras bebían, la idea volvió a surgir.  “¿Qué te parece si hago el mejor producto del mundo y tú sales a venderlo?”, le dijo Pat.

Doce años después, esa formulación en particular todavía es un éxito.

Su nueva empresa, Lincoln MFG-USA®, presentó Lincocide® II, un antimicrobiano de amplio espectro difícil de producir, pero de alta efectividad.  La dificultad resultó ser una bendición oculta, ya que Pat trabajaba con un conjunto de retos de fabricación y, en el proceso, se convirtió en experto en fabricar productos en cualquier cantidad, desde onzas hasta cargas de camiones.

Hoy, Pat dirige el equipo interno de formulaciones de Lincoln MFG-USA®.  Se encuentra frecuentemente en la planta, supervisa las formulaciones, las pruebas y la fabricación para garantizar que cada solución que provee Lincoln sea correcta, consistente y contribuya al éxito de los clientes.

 

“Eso es lo que hacemos: averiguamos la solución”. –Pat Lutz