Walter Martish, III
De joven, Walter Martish, III limpiaba tambos de 55 galones, trabajaba en el almacén y escuchaba con atención cuando los vendedores hablaban del entusiasmo y el reto de crear y mantener una cartera de negocios para Oil Chem, la empresa de distribución de su padre que servía a las industrias textil y del cuero.
Después de la universidad, y de una experiencia cercana en la NHL, decidió ayudar a su padre con el crecimiento del negocio familiar. Pronto descubrió que el arduo trabajo que había desarrollado en las pistas de hielo era el mismo tipo de impulso y disciplina que se necesitaba para cultivar una red de clientes constantes.
Más aún, la confianza y las relaciones que permiten ganar en la pista también mantienen la lealtad de los clientes en un mercado repleto de productos básicos. Así que Walter acumuló millas y amplió el territorio de Oil Chem desde Nueva Inglaterra hasta Nueva York y Nueva Jersey.
Mediante la persistencia respetuosa y un compromiso férreo de entregarle al cliente lo que necesita, cuando lo necesita y con un servicio impecable, hizo crecer el negocio de Oil Chem, un contrato a la vez.
Y, como las relaciones son un aspecto tan importante de este enfoque, entretenía periódicamente a los clientes y acumulaba horas de esfuerzo para forjar relaciones en cada venta. Fue beneficioso y efectivo, pero agotador. Comenzó a pensar si no habría un modelo mejor.
Al mismo tiempo, su amigo y ocasional colaborador Pat Lutz descubrió que tenía más ideas innovadoras que las que sus empleadores podían lanzar al mercado. Un día, Pat planteó una pregunta crucial: “¿Qué te parece si hago el mejor producto del mundo y tú sales a venderlo?”
Una idea interesante, pero Walter sabía muy bien que la logística de la cadena de suministro podía ser un problema. “¿Puedes fabricar lo que inventas?”
Pat sonrió. “Por supuesto”.
Con la creación de Lincoln MFG-USA®, Walter pasó de vender ingredientes básicos a vender las soluciones personalizadas de Pat a los problemas acuciantes de las formulaciones.
Durante estos últimos doce años, Walter y Pat hicieron crecer a Lincoln a un ritmo acelerado y sostenible entregando resultados de calidad consistentemente a una velocidad inigualable. Ahora, están llevando a Lincoln MFG-USA® un paso más allá con un nuevo laboratorio de formulaciones y una planta de manufactura de última generación ubicada en North Kingstown, Rhode Island.
Producir en EE. UU. es algo que está cimentado en sus valores, pero también en la conciencia de que una cadena de suministro integrada de forma vertical es una garantía poderosa de que siempre pueden cumplir, sin importar qué pasa en el mundo.
